Mantis religiosa
Orden: Dictyoptera
Suborden: Mantodea
Familia: Mantidae
Género: Mantis
Especies: religiosa
La mantis religiosa tiene un cuerpo alargado, con una cabeza
grande de gran movilidad, en la que destacan sus delgadas y largas antenas y
dos grandes ojos compuestos; además tienen tres ocelos centrales, por lo que su
campo de visión es muy grande, contando también con la posibilidad de girar la
cabeza 180 grados. Poseen alas bien desarrolladas.
Presentan coloración verdosa, grisácea o pardusca,
probablemente en función del color del sustrato en el que el individuo sufrió
su última muda, aunque este hecho está por confirmar.
Otra rareza es que es el único animal que tiene un solo
oído, localizado en el tórax.
Su curioso nombre le viene de la posición orante de sus
patas delanteras mientras se mantiene al acecho de cualquier animal que pueda
ser su presa. Con un movimiento fulgurante de estas patas provistas de dos
hileras de púas, la mantis atrapa a su víctima y se la lleva inmediatamente a
la boca. Es muy voraz.
Las hembras son algo más grandes que los machos, y tienen un
abdomen más voluminoso.
Durante la fecundación, la hembra agarra al macho por la
cabeza y empieza a devorarlo. Hacia el mes de octubre, la hembra realiza la
puesta, entre 200 y 300 huevos, envueltos en una ooteca formada por espuma que
se endurece rápidamente al contacto con el aire. Los huevos eclosionan mediada
la primavera siguiente y se dispersan. Para alcanzar el estado adulto sufrirán
seis mudas.
Rev: marzo-09
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