Apis mellifera
Familia:
Apidae
Subfamilia:
Apinae
Se trata de
un insecto de color pardo oscuro, de un tamaño aproximado de 1,5 centímetros
las obreras, y 2 centímetros la reina y los machos. En la cabeza se encuentran
dos ojos laterales compuestos de numerosas facetas y tres puntos brillantes en
lo alto, que son los ojos simples (ocelos). La boca es de tipo lamedor.
El tercer
par de patas presenta en las obreras unas cestillas para transportar el polen.
El abdomen está visiblemente segmentado, y las hembras poseen en el último
anillo un aguijón venenoso, que se queda fijado en la herida que produce, de
manera que el insecto mutilado acaba muriendo.
Viven en
colonias muy numerosas que comprenden tres tipos de individuos. Los machos o
zánganos de vida breve y en número limitado, que tienen función reproductora.
Las obreras (entre 10000 y 60000 ejemplares), que cumplen con la construcción
de la colmena, la alimentación de las larvas y el aprovisionamiento de víveres.
La reina, que es la única hembra fértil, presenta un abdomen muy largo, y se
dedica exclusivamente a la puesta de los huevos.
La colmena
funciona así como un superorganismo. La sinergia hace que el todo sea más que
la suma de las partes individuales, como demuestra matemáticamente la
"regla de Farrar" (cuanto más aumenta la población de una colmena
mayor es la producción individual de cada abeja).
La abeja
reina comienza a desovar en primavera. Deposita los huevos en panales de cera
que las obreras construyen con celdas hexagonales. El huevo después del tercer
día se transforma en una pequeña larva que es alimentada por las abejas
nodrizas. Después de aproximadamente una semana, la larva es sellada en su
celda por las abejas nodrizas, produciéndose el estadio de ninfa o pupa. En
aproximadamente otra semana, la ninfa emerge como una abeja adulta.
Las reinas
no son criadas en las celdas horizontales del panal, sino que sus celdas son
construidas para ser de mayor tamaño y en posición vertical. Además, no son
alimentadas con polen como las larvas de las obreras, sino con jalea real. Las
abejas reina viven un promedio de tres años. Las obreras viven menos de tres
meses.
Los huevos
que producirán zánganos no han sido previamente fecundados (partenogénesis),
por lo que tienen la mitad de la dotación genética de la especie.
La abeja
reina no abandona la colmena, salvo durante los vuelos de fecundación, o cuando
se produce un enjambre para dar lugar a una nueva colonia. Los zánganos copulan
con la reina en pleno vuelo y después mueren.
Cuando una
obrera ha detectado una fuente de alimento, regresa a la colmena para efectuar
una 'danza' con la que indica a las demás la dirección y la distancia del
botín, según el lenguaje descifrado por Karl von Frisch, Konrad Lorenz y
Nikolaas Tinbergen, y que les valió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en
1973.
Rev:
agosto-12.
Descripción tomada de: http://herramientas.educa.madrid.org/animalandia/ficha.php?id=443
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